Las emociones y su relación con los problemas digestivos
Las emociones y su relación con los problemas digestivos
Como ya sabemos desde hace algún tiempo las emociones y el sistema digestivo están íntimamente conectados. Las emociones pueden afectar significativamente la salud digestiva. El estrés, la ansiedad y otras emociones pueden desencadenar síntomas como dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, náuseas y problemas de acidez.
Para aclararnos varios aspectos sobre el tema, nos acompaña la Dra. Laureen Valerio, Gastroenteróloga del Hospital Universal en Cartago. A propósito del tema la especialista señala “se considera al tracto digestivo como el segundo cerebro y esto es básicamente porque cuando estamos en ciertos estados emocionales, principalmente de enojo, angustia, miedo, estrés y situaciones por el estilo, se producen cierto tipo de hormonas -que son- adrenalina y cortisol, que nos ponen en modo supervivencia. Por el que el cerebro identifica estas hormonas y decide que necesita fuerza y mayor oxigenación para poder sobrevivir, lo que se traduce en un menor aporte de sangre al tracto digestivo, vale la pena destacar que sucede lo mismo en otras zonas como el aparato reproductor y genito-urinario, pero hoy nos vamos a enfocar en el sistema digestivo y las repercusiones que tiene en esa zona”.
“Al disminuir toda la función del tracto digestivo va a haber menor cantidad de movimientos intestinales, menor cantidad de absorción, menor secreción de jugos pancreáticos, gástricos y demás, entonces todo esto desencadena en un montón de síntomas”.
“Realmente se vuelve muy incómodo, porque nuestro cuerpo se encuentra en estado de alerta, lo que produce varios síntomas: -es más difícil conciliar el sueño, que es donde el sistema digestivo realiza un montón de funciones y es donde se da el complejo motor migratorio mayor, que es básicamente un tipo de barrido de lo que la persona se comió durante el día, todo lo que ya no necesito y lo mugre hacia el colon para poder realizar el acto de defecación durante la mañana y además la parte de desintoxicación que realiza el hígado e realiza durante el periodo de descanso, por lo que al estar en estado de alerta y no tener un sueño reparador, no se realizan estas funciones, lo que desencadena todos estos síntomas, y es donde se pueden dar: gastritis, colitis, reflujo, diarreas, estreñimiento, inflamación y dolor abdominal”.
“No menos importante es realizarlos endoscopia de detección o tamizaje se recomiendan a partir de los 40 años, la gastroscopia se puede hacer cada 2 o 3 años si no hay factores de riesgo, si los hay se realizan en periodos más cortos. La colonoscopia también se recomienda a partir de los 45 años, cada 5 años, si son normales, de no serlo, los periodos se acortan según indicación médica”.
Dra. Laureen Valerio
Gastroenteróloga
Hospital Universal
Tels.: 8681-1360/4052-5700

Comentarios
Publicar un comentario